20-04-2024
"Sobre un buen presidente que tuvimos los argentinos" por Alfredo Leuco (*)

El s谩bado, en su glorioso recital, Jairo cont贸 una vivencia estremecedora de su Cruz del Eje natal. Una madrugada su hermanita no paraba de temblar mientras se iba poniendo morada. Sus padres estaban desesperados. No sab铆an que hacer. Tem铆a...n que se les muriera y fueron a golpear la puerta de la casa del m茅dico del pueblo.

El doctor Arturo Illia se puso un sobretodo sobre el pijama , se trep贸 a su bicicleta y pedale贸 hasta la casa de los Gonz谩lez. Apenas vio a la nenita dijo: "Hipotermia". "No se si mi padre entendi贸 lo que esa palabra rara quer铆a decir", cont贸 Jairo. La sabidur铆a del m茅dico orden贸 algo muy simple y profundo. Que el padre se sacara la camisa, el abrigo y que con su torso desnudo abrazara fuertemente a la chiquita a la que cubrieron con un par de mantas. "驴No le va a dar un remedio, doctor?", pregunt贸 ansiosa la madre. Y Arturo Illia le dijo que para esos temblores no hab铆a mejor medicamento que el calor del cuerpo de su padre.

A la hora la chiquita empez贸 a recuperar los colores. Y a las 5 de la ma帽ana, cuando ya estaba totalmente repuesta, don Arturo se puso otra vez su gastado sobretodo, se subi贸 a la bicicleta y se perdi贸 en la noche. Jairo dijo que lo cont贸 por primera vez en su vida. Tal vez esa sabidur铆a popular, esa actitud solidaria, esa austeridad franciscana lo marc贸 para siempre. El teatro se llen贸 de l谩grimas. Los aplausos en la sala denotaron que gran parte de la gente sab铆a quien hab铆a sido ese m茅dico rural que lleg贸 a ser presidente de la Naci贸n. Pero afuera me di cuenta que muchos j贸venes desconoc铆an la dimensi贸n 茅tica de aqu茅l hombre sencillo y patriota. Y les promet铆 que hoy, en esta columna les iba a contar algo de lo que fue esa leyenda republicana.

Lleg贸 a la presidencia en 1963, el mismo a帽o en que el mundo se conmov铆a por el asesinato de John Fitzgerald Kennedy y lloraba la muerte del Papa Bueno, Juan XXIII.

Tal vez no fue una casualidad. El mismo d铆a que muri贸 Juan XXIII naci贸 Illia como un presidente bueno. Hoy todos los colocan en el altar de los pr贸ceres de la democracia.

Le doy apenas alguna cifras para tomar dimensi贸n de lo que fue su gobierno. El Producto Bruto Interno (PBI) en 1964 creci贸 el 10,3% y en 1965 el 9,1%. "Tasas chinas", dir铆amos ahora. En los dos a帽os anteriores, el pa铆s no hab铆a crecido, hab铆a tenido n煤meros negativos. Ese a帽o la desocupaci贸n era del 6,1%. Asumi贸 con 23 millones de d贸lares de reservas en el Banco Central y cuando se fue hab铆a 363. Parece de otro planeta. Pero quiero ser lo mas riguroso posible con la historia. Argentina tampoco era un para铆so. El gobierno ten铆a una gran debilidad de origen. Hab铆a asumido aquel 12 de octubre de 1963 solamente con el 25,2% de los votos y en elecciones donde el peronismo estuvo proscripto.

Le doy un dato mas: el voto en blanco roz贸 el 20% y por lo tanto el radicalismo no tuvo mayor铆a en el Congreso. Tampoco hay que olvidar el encarnizado plan del lucha que el Lobo Vandor y el sindicalismo peronista le hizo para debilitarlo sin piedad. Por supuesto que el gobierno tambi茅n ten铆a errores como todos los gobiernos. Pero la gran verdad es que Illia fue derrocado por sus aciertos y no por sus errores. Por su historica honradez, por la autonom铆a frente a los poderosos de adentro y de afuera. Tuvo el coraje de meter el bistur铆 en los dos negocios que incluso hoy mas facturan en el planeta: los medicamentos y el petr贸leo. Nunca le perdonaron tanta independencia. Por eso le hicieron la cruz y le apuntaron los ca帽ones. Por eso digo que a Illia lo voltearon los militares fascistas como Ongan铆a que defend铆an los intereses econ贸micos de los monopolios extranjeros. El lo dijo con toda claridad: a mi me derrocaron las 20 manzanas que rodean a la casa de gobierno.

Nunca m谩s un presidente en nuestro pa铆s volvi贸 a viajar en subte o a tomar caf茅 en los bolichones. Nunca mas un presidente hizo lo que el hizo con los fondos reservados: no los toc贸. Naci贸 en Pergamino pero se encari帽贸 con Cruz del Eje donde ejerci贸 su vocaci贸n de arte de curar personas con la medicina y de curar sociedades con la pol铆tica. All铆 conoci贸 a don Gonz谩lez el padre de Marito, es decir de Jairo. Atendi贸 a los humildes y pele贸 por la libertad y la justicia para todos.

A Don Arturo Humberto Illia lo vamos a extra帽ar por el resto de nuestros d铆as. Porque hac铆a sin robar. Porque se fue del gobierno mucho mas pobre de lo que entr贸 y eso que entr贸 pobre. Su modesta casa y el consultorio fueron donaciones de los vecinos y en los 煤ltimos d铆as de su vida atend铆a en la panader铆a de un amigo. Fue la 茅tica sentada en el sill贸n de Rivadavia. Yo ten铆a 11 a帽os cuando los golpistas lo arrancaron de la casa de gobierno. Mi padre que lo hab铆a votado y lo admiraba profundamente se agarr贸 la cabeza y me dijo:聽
"pobre de nosotros los argentinos. Todav铆a no sabemos los dramas que nos esperan".

Y mi viejo tuvo raz贸n. Mucha tragedia le esperaba a este bendito pa铆s. Yo ten铆a 11 a帽os pero todav铆a recuerdo su cabeza blanca, su frente alta y su conciencia limpia.

(*) periodista