Existe la calle, una plaza y un centro cultural llamado Jorge Luis Borges; pero aún no había un monumento del argentino. Y ahí está Borges, sentado en un banco, sosteniendo un bastón y con un par de libros al lado, al pie del lugar que para él era "el paraíso".

Con motivo del aniversario número 27 de su muerte,  con con la presencia de su viuda, María Kodama, y el director actual de la institución, el sociólogo e intelectual de Carta Abierta, Horacio González; al pie de la Biblioteca Nacional se colocó una estatua con conmemora su trabajo, más precisamente sobre la calle Austria..

"Finalmente se reunió la memoria de la Biblioteca Nacional con su más importante director", dijo González sobre el escritor que dirigió la institución por 17 años -de 1955 a 1973- e impulsó el proyecto para la construcción de un nuevo edificio para su sede, además de dejar "una marca en la literatura argentina que es difícil pasar por alto".

Cuando asumió el cargo de director, Jorge Luis Borges estaba casi ciego por una enfermedad congénita y escribió: "Nadie rebaje a lágrima o reproche esta declaración de la maestría de Dios, que con magnífica ironía me dio a la vez los libros y la noche".

El monumento es obra del escultor Antonio Oriana. "Decidí retratarlo sentado en un banco porque Borges era una persona que concurría mucho a las plazas, donde iba siempre a leer", explicó el artista.

La escultura pesa unos 800 kilos y tiene "el doble del tamaño natural", le llevó cinco meses. Y para "evitar que la gente se siente", Oriana hizo el banco de una proporción menor.

"Para mí es una gran satisfacción poder retratar a Borges, porque era una persona que al segundo podía cambiar la expresión, hay que saber captarlo, la idea era no hacerlo ni muy joven ni muy viejo", afirmó Oriana.

"El edificio de la Biblioteca Nacional, que funcionaba en la calle México, era un lugar que Borges adoraba porque reunía dos de sus cuentos 'La lotería de Babilonia' y 'La Biblioteca de Babel", señaló María Kodama, la viuda del notable escritor en referencia al sitio que había sido construido para alojar la Lotería de Beneficencia, hecho que nunca llegó a concretarse ya que se destinó finalmente a Biblioteca Nacional.