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15-05-2013 | Contaminación | |||
Tornquist: Tierra de nadie el basurero a cielo abierto en la cuenca alta del RÃo Sauce Grande | |||
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Ubicado sobre el camino de tierra vecinal que une ambas localidades y que corre paralelo al rÃo Sauce Grande, se esconde, a tan solo 400 metros del vital curso de agua, entre el terraplén del ferrocarril y una frondosa arboleda de eucaliptos, el grave problema de la basura proveniente de las poblaciones de Saldungaray y Sierra de la Ventana.
El predio, presente de mucha irresponsabilidad social, recibe aún, por diversas vÃas, residuos que deberÃan seguir el camino del reciclado dentro de la bolsa verde o dentro de los tantos Puntos Limpios. Aquà se encuentran inmensas cantidades de botellas de vidrio, de plástico, restos de electrodomésticos, aparatos y circuitos electrónicos, metales, tambores metálicos, cañerÃas metálicas y de pvc, bolsas de nylon, sillas de plástico, repuestos de automotores, cartones, papeles, revistas, talonarios, bidones de agroquÃmicos, de aceite, envases de aerosoles, de productos de limpieza, etc.
Con frecuencia también se puede encontrar el camión que presta el servicio local de desagote de pozos negros vaciando su contenido en un sector del lugar.
Además se observan restos de ganado vacuno en descomposición. Cuero, grasa, vÃsceras y otros órganos se encuentran a la intemperie y a merced de animales salvajes y domésticos. Ratas, decenas de ellas, son habitantes frecuentes del lugar, de gran tamaño, que corren, trepan y se esconden de la persecución de un grupo de personas, muchas de ellas niños, que se divierten un sábado a la tarde matándolas con gomeras, palazos y botellazos, mediante el juego peligroso de transitar entre vidrios rotos, metales filosos y cientos de otros residuos potencialmente peligrosos para la salud.
Las caracterÃsticas geográficas propias de la región hacen que este basurero presente una altitud mayor en 10 metros al cauce del RÃo Sauce Grande, por lo cual los drenajes naturales, tanto superficiales como subterráneos dirigen los lÃquidos tóxicos lixiviados hacia el curso de agua, el cual, cumpliendo su maravilloso ciclo, repartirá los elementos contaminantes que recibió, en cada uno de los eslabones del ecosistema natural, entre ellos nosotros, los humanos, los mismos que generamos el problema.
Las organizaciones ambientales mantienen un pedido constante, requiriendo de la gestión urgente de parte de los organismos gubernamentales, de todos ellos, a nivel municipal, provincial y nacional, con las inversiones necesarias para tal fin, junto con el compromiso profundo y genuino de que cada uno de nosotros somos responsables de los residuos que generamos en todos los lugares donde desarrollamos nuestras actividades de vida.
T. B.
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