La tan festejada vuelta de la juventud a la arena política tiene una marcada tendencia K. Pese a que en todos los espacios los jóvenes forman una rama importante, es en el kirchnerismo donde tienen más relieve, de cara a una influencia que sigue creciendo.

Por el momento, ocupan puestos clave en la administración nacional (desde Mariano Recalde al frente de Aerolíneas Argentinas hasta varias asesorías en la Casa Rosada), y tienen una fuerte presencia en la ciudad de Buenos Aires, donde incluso quieren ubicar al candidato a vice jefe de gobierno (Juan Cabandié).

 Pero los jóvenes K van por más. Apoyados en el trabajo territorial de sus organizaciones, ya piensan en el desembarco en la provincia de Buenos Aires, en especial en el Conurbano.

La movida incluye una pelea abierta por ocupar lugares tanto en las listas provinciales como municipales, y en algunos casos incorporarse a las estructuras comunales. Lo cual genera dudas entre los intendentes, que desconfían de estos jóvenes que en general tildan como "más radicales" en sus definiciones, y a quienes acusan de no tener historia dentro del peronismo.

Lo cierto es que bajo el paraguas del "proyecto nacional", se lanzan a la conquista de suelo bonaerense, una llegada que no se avecina tranquila.

El desembarco

Dos momentos parecen haber forjado la influencia y el poder de lo que hoy se define como "los jóvenes K".

Uno, el acto en el Luna Park del 14 septiembre de 2010, el día de la vuelta a la escena pública de Néstor Kirchner luego de su última operación, donde contaron con el aval de Cristina Fernández -única oradora- y le dieron forma a su imagen iconográfica: "el nestornauta".

El segundo, la movilización durante los funerales del ex presidente, donde corporizaron ese estado de asamblea y hasta revirtieron la imagen del gobierno en bastos sectores de clase media.

 A partir de allí, La Cámpora, la Juventud Peronista, el Movimiento de Unidad Popular (MUP) y otras agrupaciones comenzaron a desparramar su poder territorial, más allá de los despachos ganados en la administración, y casi de golpe se metieron en territorio bonaerense. Un proceso que está en camino.

"La llegada en la Provincia de los cuadros jóvenes es un proceso más lento, me parece que tiene que ver con que los nuevos dirigentes que van surgiendo en esta última etapa se tienen que ir referenciando en sus distritos, porque un poco la lógica del peronismo bonaerense tiene que ver con que la representación política se construye mucho en los distritos, ahí hay una tarea pendiente para hacer. Pero esto requiere un trabajo de instalación territorial", describió en diálogo con BAE Esteban Concia, secretario de Acción Política del MUP.

En este camino, comenzaron a hacerse visibles en los distritos, pero no de una forma homogénea. Algunos se sumaron a la estructura municipal, como sucedió en José C. Paz con el referente de "La Cámpora" José Pérez (hoy concejal); otros mantienen una especie de apoyo crítico; mientras una buena parte mantienen distancia.

En la Tercera Sección Electoral, por ejemplo, la mayoría está por fuera del oficialismo, y hasta en un distrito (Esteban Echeverría) formaron una mesa opositora con otros referentes que expresan su apoyo al Gobierno nacional, pero se muestran "contrarios" a la gestión del intendente, Fernando Grey.

Incluso este posicionamiento se da dentro del PJ de la Provincia. Allí, algunos dirigentes, lo habrían planteado en una reunión del partido, algo que disgustó a más de un consejero. En este punto, Concia anticipa una pelea para luego de 2011.

"El año que viene hay elecciones en el peronismo y creo que ahí vamos a tener una discusión mucho más clara sobre la renovación, creo que primero hay que construir la renovación partidaria para luego mostrarla hacia fuera", adelantó el dirigente, con aspiraciones en La Plata.

Tensiones

Con el respaldo de figuras centrales del Gobierno -como el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina, la llegada de los cuadros jóvenes generó algunas tensiones entre los intendentes del Conurbano. Acostumbrados a un dominio territorial absoluto, muchos jefes comunales se sienten cuanto menos incómodos por la influencia que muchos referentes de las agrupaciones tienen en la Casa Rosada. Incluso preocupados.

Así se lo hizo saber a BAE una fuente cercana a un influyente intendente de la Tercera Sección Electoral. En especial, luego de la reunión que distintos referentes de este espacio tuvieron la semana pasada con el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini. Encuentro que tuvo como tema de fondo "los posibles lugares en las listas bonaerenses".

Es que muchos jefes comunales ven a estos grupos como una amenaza, algo que los jóvenes no desconocen. "La relación con los intendentes es contradictoria de alguna manera. Por un lado ellos necesitan abrir espacio, pero por otro está claro que todo este proceso pone en tensión su esquema territorial que muchas veces fue cerrado", reconoció Concia.

Para el dirigente, "hay intendentes que entienden este proceso nuevo y nos incorporan, agregando valor a su armado político, y otros que cierran espacio y creo terminarán de chocar contra la pared".

 

 

Fuente: Diario BAE