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02-12-2012 | desde "Proyecto Costas Bonaerenses" | |||
Costa Atl谩ntica: "La naturaleza que debe ser cuidada" | |||
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"En el tramo que va desde Punta Rasa hasta Bah铆a Blanca las dunas costeras ofrecen una buena muestra del ensamble faun铆stico y flor铆stico de la regi贸n pampeana, con el agregado de que algunas especies han evolucionado en 铆ntima asociaci贸n con los ambientes arenosos", afirma Cintia Celsi, integrante del Proyecto Costas Bonaerenses de la Fundaci贸n de Historia Natural F茅lix de Azara. Celsi, junto a Ana Monserrat, es autora del estudio "Estrategias de conservaci贸n y manejo de los ecosistemas costero-marinos de la Provincia de Buenos Aires". El acelerado proceso de transformaci贸n al que los ambientes costeros est谩n siendo sujetos desde mediados del 1900, provoc贸 p茅rdida de biodiversidad, fragmentaci贸n y reducci贸n de h谩bitats disponibles para la fauna y flora aut贸ctonas, alteraci贸n de la din谩mica costera y degradaci贸n en la calidad paisaj铆stica. La expansi贸n urban铆stica, la construcci贸n de rutas, la extracci贸n de arena y la forestaci贸n son los principales causantes de estas transformaciones, por lo que "conservar las porciones que a煤n permanecen poco alteradas del paisaje de dunas y playas en la costa pampeana, impone un reto al que debemos hacer frente con la mayor prioridad", plantea Celsi. Aunque la costa pareciera un recurso inagotable, las acciones del hombre son fundamentales para no vulnerar la propia din谩mica del ecosistema en el que ocurren procesos irreemplazables de los que dependen plantas y animales, algunos de ellos adaptados a condiciones de vida muy particulares, advierte la investigadora. Con altos acantilados o amplias planicies de inundaci贸n de suave pendiente, la costa bonaerense se extiende paralela al oc茅ano atl谩ntico a lo largo de m谩s de 1.000 kil贸metros en los que los paisajes, rasgos geol贸gicos, condiciones clim谩ticas y composici贸n biol贸gica, experimentan variaciones, graduales o abruptas. Seg煤n Celsi, "un sistema de dunas costeras en buen estado de conservaci贸n es una fuente invaluable de servicios ambientales". Es que entendidas como enormes reservorios de arena, la cual es progresivamente acumulada por los vientos, las dunas ofrecen una defensa natural frente a los eventos erosivos del mar, amortiguan el embate del oleaje durante las tormentas y protegen a los terrenos aleda帽os de la inundaci贸n. "En aquellas localidades donde las dunas han sido removidas por el hombre, incluso al punto de hacerlas desaparecer por completo, las consecuencias han sido nefastas, con edificaciones que se han venido abajo por la acci贸n marina, playas rellenas con escombros y otros resultados no deseables de la intervenci贸n humana no planificada sobre la costa", sostiene Celsi. Playas y dunas son partes inseparables del mismo sistema, y el volumen de arena que las conforma "act煤a como un filtro, captando y almacenando en profundidad el agua de lluvia, de la cual se abastecen turistas y residentes que hacen uso de las localidades balnearias". Adem谩s, los ecosistemas de dunas y playas son el h谩bitat para una gran diversidad de plantas y animales nativos, como la lagartija de las dunas, el tuco-tuco y el senecio, un arbusto de follaje gris谩ceo de unos 70 cent铆metros de altura. Por ese paisaje merodean zorros, hurones, zorrinos, felinos silvestres, peludos y mulitas, culebras y anfibios y gran variedad de aves como el "federal", el "pecho amarillo", el "espinero pecho manchado" y "espartilleros", que se guarecen en cortaderas y juncales para la reproducci贸n y alimentaci贸n. Lo mismo que 帽and煤es, aves rapaces como el gavil谩n planeador, el milano blanco, el imponente halc贸n peregrino y una variedad de patos que le dan vida a las ondulantes dunas. "Recorrer un campo de dunas en estado 'silvestre' permitir谩 reconocer cerca de 100 especies de plantas distintas, algunas de ellas como la `espartina`, altamente adaptada para la vida en ambientes tan extremos como una playa marina", expone Celsi. Eso lo sabe quien haya visitado la bella reserva natural del Faro Querand铆, a unos 30 kil贸metros por arena desde Villa Gesell, que sorprende al viajero con lagunas dulces a metros apenas de las olas, en las que abreva la fauna de una regi贸n de dunas y playas que constituyen la postal de la costa marina de Buenos Aires. |