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11-11-2012 | Mi Sangre" habla desde la cárcel de Ezeiza | |||
Henry de Jesús López Londoño: "Tengo miedo de que me maten, mis enemigos son capaces de todo" | |||
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Aún hoy, preso en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, Henry de Jesús López Londoño -41 años, nacido en Medellín, apuntado por la Policía Nacional de Colombia como uno de los narco criminales vivos más temerarios- no renuncia a su acto íntimo de cristiano convencido. Desnudo, abre el grifo y se ocupa de que el agua sólo bañe las manos entrelazadas, en claro mensaje a la Santa Trinidad, que pagará puntual la reverencia dejando caer sobre el resto del cuerpo seco el mantón blanco de la Virgen y la sangre de Jesucristo. Ya bendecido, el fiel pedirá a las ánimas del purgatorio protección y guía porque los muertos, explica, no están menos atentos que los vivos. Sólo después meterá la cabeza bajo la ducha, insistirá tres veces con el gesto ritual de persignarse y tragará como un poseso toda el agua que su sed eucarística le permita. Así y no de otra forma, López Londoño se lava el alma, o eso es lo que él cree, y que a fin de cuentas es lo mismo, cuenta "Tiempo Argentino" en nota exclusiva en su edición dominical. - ¿Por qué tanta devoción? - ¿Incluso ahora que está detenido con posibilidad de ser extraditado y condenado por narcotráfico? Desmovilizado El martes 30 de octubre, López Londoño fue detenido a la salida del restaurante Fetuccine Mario, en Pilar. El operativo estuvo a cargo de la Dirección General de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI), que contó con la colaboración de la Dirección de Policía Judicial Colombiana (Dijin) y de Interpol del mismo país. Frente a los micrófonos y cámaras de la prensa, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, sentenció "se capturó al narco criminal más importante del mundo". El alias que portaba no le iba detrás a la reputación. - ¿De dónde sale "Mi Sangre"? - ¿Cómo hay que llamarlo entonces? Las AUC fueron organizaciones paramilitares de extrema derecha que surgieron como respuesta a las acciones de la guerrilla. Amparadas en la misión de "limpieza", las AUC cometieron masacres, robaron tierras, traficaron drogas a otros países y forzaron el desplazamiento de miles de colombianos. La crueldad sólo pudo realizarse con el apoyo disimulado de políticos, militares, ganaderos, empresarios, comerciantes y personas de a pie. En 1996, López Londoño se enroló en las filas de las AUC y además de la identidad, debió dejar de lado los escrúpulos: se infiltró en comunidades organizadas con el objetivo de formar nuevos cuadros y ganarlos para la causa. "Nosotros éramos -dice sin rencor- las amantes de la noche, a las que se las visita o se les lleva regalos a escondidas pero que al alba a nadie se le ocurre saludarlas, ni siquiera decir que se las conoce. Hicimos el trabajo sucio y para poder posicionarnos tuve que hablar y hacer cosas con mucha gente que hoy en Colombia tiene nombre y cargo. Si yo enumero una a una a todas las personas que me ayudaron, es obvio que van a tener que ir presos". Con las AUC fuera de control, en 2005 el entonces presidente Álvaro Uribe inició el "Proceso de Desmovilización" con el fin de someter a la justicia a los grupos narcoterroristas. La decisión política acabó con la carrera paramilitar ascendente de López Londoño. "Dos meses después -se queja- apareció la policía en un show montado para la televisión, exhibiéndome como el jefe máximo de una organización internacional de narcotráfico. Por esa acusación estuve detenido un año. Finalmente, en 2010, fui absuelto y la propia fiscalía retiró los cargos en mi contra. Desde entonces soy un perseguido político que durante siete años sufrí el hostigamiento de parte de algunos miembros de la policía y del gobierno colombiano, que me quieren hacer callar como sea. Tengo miedo de que me maten, mis enemigos están dispuestos a todo". Bajo el pretexto de la persecución, López Londoño pretendió en 2008 radicarse en la Argentina junto a su familia como refugiado político, pero apenas consiguió la aprobación para su mujer y su hijo. Algunas cuentas pendientes con la justicia de su país, que jura que ya están saldadas, atentaron contra sus ganas. En diciembre de 2011, el hombre volvió a Buenos Aires para quedarse. Esa vez se aseguró el éxito con el pasaporte apócrifo que presentó en Migraciones. López Londoño había pagado para ser venezolano y llamarse José Suarez. Así se instaló en Nordelta y alquiló una chacra en Chajal para descansar los fines de semana. Mientras, el Tribunal Federal de Primera Instancia del Distrito Sur de Florida acusaba a Mi Sangre del delito de asociación ilícita para distribuir cocaína y solicitaba ante la Cancillería argentina su detención preventiva para extraditarlo. Según las cinco carillas que envió la embajada estadounidense y a las que tuvo acceso en exclusiva "Tiempo Argentino", desde octubre de 2006 hasta febrero de 2012, la "organización de López Londoño (también conocida como Los Urabeños) traficó enormes cantidades de cocaína" y "lo producido por los estupefacientes se blanqueaba al ingresar a Colombia". El documento detalla que "al menos cuatro cargas de aproximadamente 300 kilos de cocaína cada una, se enviaron vía rutas marítimas desde el Golfo de Urabá a Panamá". Desde una de las aulas de la escuela que funciona en el Modulo 1 del penal, Mi Sangre ensaya su descargo. "Las autoridades estadounidenses creyeron el montaje de la policía colombiana y lo mismo ocurrió en la Argentina, donde se construyó un espectáculo con mi captura y mi traslado. Pero yo no culpo a los agentes que me detuvieron ni tampoco al juez argentino que lo ordenó, porque los oficiales en Colombia les informaron que yo era el nuevo Pablo Escobar Gaviria y no les quedó otra que creerles el cuento", dice. - ¿Y no lo es? - Dijeron que aquí se movía con guardaespaldas y en autos blindados - ¿Es el financista de Los Urabeños? - ¿Por qué la persecución a usted y no a los otros miles de desmovilizados? - ¿Algún día va a contar todo lo que sabe? - ¿De qué vive? - ¿Se arrepiente de algo? - ¿Qué piensa que va a pasar con usted? El perfil de un paramilitar Henry de Jesús López Londoño comenzó su carrera como paramilitar dentro del Bloque Negro, bajo las órdenes del comandante Doble Cero. Allí se formó como cuadro bajo el ala protectora de "Don Berna" y rápidamente empezó a trabajar con el comandante Carlos Castaño. Es padre de cuatro varones -de los cuales tres viven en Colombia- y de una beba de meses que nació en el país, donde se instaló en diciembre de 2011 junto a su mujer. Además del pasaporte venezolano, conservaba otro entregado por las autoridades de Uruguay. El caso En 2009, López Londoño ingresó a la Argentina y solicitó refugio político. Fue rechazado. En 2011 volvió al país pero con un pasaporte falso venezolano, a nombre de José Suárez. El martes 30 de octubre fue detenido a la salida de un restaurante en Pilar. |