La frase de Cristina Kirchner en Huracán al referirse a Néstor y señalar que nunca ha conocido a nadie "tan alejado de las banalidades personales, nadie tan despojado de las cuestiones que distraen en la política" caló hondo en la dirigencia kirchnerista de La Plata.

Más de un dirigente se preguntó ¿Cómo todavía no se logró la unidad para darle el triunfo a la Presidenta en las próximas elecciones de octubre en su propia ciudad? En las últimas semanas se produjeron una serie de reuniones individuales entre los principales referentes de la ciudad: el senador Guido Carlotto, Julio Alak, Carlos Castagneto, el Movimiento Evita, el diputado Ariel Pasini y Homero Bibiloni entre otros dirigentes, más un sinnúmero de agrupaciones juveniles y universitarias kirchneristas que se convertirán en un elemento clave para ganar la intendencia.

No es oficial, pero la mayoría acordaron que el candidato en la ciudad será el senador provincial Guido Carlotto, quien ha dicho desde hace mucho tiempo que quiere ser Intendente. Falta todavía acordar detalles entre algunos referentes  que tienen que ver con el armado de las listas, aunque públicamente no lo reconocerán. Se espera que en los próximos días se cierre un acuerdo entre todos los sectores y se presenten en sociedad.

Desde la Rosada miran con atención la unidad en la ciudad de La Plata, incluso se dice que un ministro y un alto funcionario fueron "retados" por intentar tender un puente con el actual intendente, Pablo Bruera.

En el kirchnerismo platense se trabaja con varias hipótesis. La que más entusiasma a todos y habría recibido la venia de Balcarce 50 es que "Kibo" Carlotto tendría solo la boleta del Frente para la Victoria y, con ello, la lista se completaría con Daniel Scioli como gobernador y Cristina como presidenta. Sucede que en el bruerismo, más allá de que maneja el PJ local, no tiene la potestad de decidir si se le permite la boleta oficial. Un ejemplo concreto se produjo en Chubut donde los candidatos kirchneristas iban con la boleta del FpV y el Peronismo Federal con la del PJ.

Quedan todavía algunos escollos para que esto sea así. El sciolismo podría presionar para que se le diera la boleta a Bruera, pero cada día se aleja más esta posibilidad por varias razones.

La primera es que Sergio Massa presiona a Bruera a que juegue con él, con lo cual se enfrentará a Scioli; la segunda es que la presión desde la Rosada sea muy fuerte y Daniel Scioli acepte el pedido de aislar al bruerismo para que tampoco pueda usar la boleta del PJ.

Con esta hipótesis, Bruera se puede presentar como candidato, pero sólo con una boleta vecinal del Frente Renovador Platense, con lo cual no tendría el arrastre de los votos de Cristina ni de Scioli en octubre.

En las filas del intendente Pablo Bruera hay mucho nerviosismo. De allí la agresión que hay contra los militantes K que salen a difundir las ideas con pintadas y volantes. Saben que si no tienen a Cristina ni a Scioli en la boleta volverán al voto histórico del bruerismo que ronda el 15%.

Desde el kirchnerismo  le recuerdan que los errores -algunos dicen traiciones- en política se pagan caro y Bruera, como Das Neves en Chubut o el Frente Cívico en Catamarca, se equivocaron cuando "leyeron" que el kirchnerismo estaba muerto en junio de 2009. Hoy la imagen de Cristina pasa por su mejor momento en la ciudad de La Plata y con posibilidades serias de recuperar la intendencia. Una encuesta realizada en estos días la da con más del 50% de imagen positiva.