26-04-2024
09-08-2012 | EL DUEñO DEL INGENIO LEDESMA
Declar贸 Blaquier y neg贸 toda responsabilidad por torturas y desapariciones
Pedro Blaquier lleg贸 temprano al edificio de los tribunales para que nadie lo viera, contest贸 las preguntas del juez y los fiscales, pero rechaz贸 cualquier vinculaci贸n con la represi贸n ilegal en Jujuy. Afuera, familiares de las v铆ctimas lo abuchearon.

"Es un hecho hist贸rico que el poder econ贸mico, que fue c贸mplice de la dictadura, se siente a rendir cuentas ante la Justicia", resopl贸 como aliviado frente al Consejo de la Magistratura uno de los familiares de las v铆ctimas de la dictadura de Jujuy. Todav铆a era temprano. La entrada del edificio estaba casi vac铆a.

Pedro Blaquier hab铆a logrado esquivar las c谩maras, estacion贸 el auto en la cochera del edificio y subi贸 al tercer piso antes de las ocho de la ma帽ana. Con una escolta abultada compuesta por dos de sus hijos, tres abogados, un jefe de prensa y un m茅dico, el presidente del Ingenio Ledesma finalmente se sent贸 a ser indagado, conectado en videoconferencia con el despacho del juez federal Fernando Povi帽a en Jujuy.

Despu茅s de dos intentos frustrados, ex谩menes m茅dicos y muchos a帽os de espera de las v铆ctimas, el d铆a lleg贸. Acaso 茅sa fue la noticia m谩s importante: el due帽o de Ledesma fue indagado por violaci贸n de domicilio, privaci贸n ilegal de la libertad, tormentos a 35 v铆ctimas y homicidio en el caso de seis desaparecidos de la Noche del Apag贸n. Blaquier respondi贸 al juez y a los fiscales, neg贸 toda responsabilidad de su empresa con los hechos. Se enoj贸 cuando le preguntaron por el color de las camionetas. Y dijo que no conoci贸 a aquel Jos茅 Alfredo Mart铆nez de Hoz al que llam贸 "Querido Joe" en una carta de junio de 1978.

Seg煤n relata hoy el diario P谩gina 12, cuando los bombos comenzaron a sonar y el repiqueteo sub铆a hasta el tercer piso del edificio y se escuchaba en los pasillos, la audiencia iba empezando. En la calle, como pudieron, frenados por el paro de subte, caminando desde Constituci贸n, se concentraron organismos de derechos humanos, la agrupaci贸n Capoma y los hombres y mujeres de la Tupac Amaru juje帽a, que replicaron en Buenos Aires el escenario que Blaquier intent贸 evitar con las muchas presentaciones que hicieron sus abogados en el juzgado para pedir que el empresario declare fuera de la provincia.

Hubo vallado. Polic铆as. La cita estaba prevista para las 8.30 de la ma帽ana, pero Blaquier lleg贸 antes. Los hombres del Consejo de la Magistratura dijeron que a las siete de la ma帽ana ya estaba ah铆, antes que muchos de ellos. Sus abogados dijeron 8.05. A esa hora entr贸, sin c谩maras presentes ni banderas, meti茅ndose como un fantasma.

A las nueve se abri贸 la conexi贸n con Jujuy. Adentro de la sala s贸lo estuvieron 茅l, dos de sus abogados y el fiscal ad hoc Pablo Pelazzo, que lleg贸 especialmente desde Jujuy. Del otro lado de la pantalla, se sentaron Povi帽a y el fiscal Domingo Batule. En el pasillo quedaron sus hijos, el m茅dico, un abogado civil de la compa帽铆a y el jefe de prensa de Buenos Aires. Un hueco entre el pasillo y los ascensores sirvi贸 de base para c谩maras y fot贸grafos que esperaron y esperaron para tomar las im谩genes. Por ese mismo lugar, de pronto, pas贸 un changar铆n arrastrando un carrito cargado con una torre de metro y medio de miles de hojas de expedientes. Esas eran las pruebas. Seg煤n informaci贸n del Consejo, viajaron desde Jujuy como parte del protocolo de la audiencia. Se supon铆a que iban a mostr谩rselas al imputado ante alguna de las preguntas, pero no. No hizo falta. Blaquier dijo que no quer铆a ver nada, que de eso en todo caso se encargaban sus abogados.

"No hay ninguna circunstancia que vincule al doctor Blaquier con los hechos atroces y aberrantes que vivi贸 la Argentina", dijo a la salida su defensor Jorge Valerga Ar谩oz, a modo de s铆ntesis, sobre un per铆odo que curiosamente los abogados mencionan como "aberrantes" y "atroces", pero en aquella carta al "Querido Joe" Blaquier lo festejaba con aquello de mostrar "su profunda admiraci贸n" por la "recuperaci贸n de la Argentina".

Lo que sigui贸


Dentro de la audiencia, sus respuestas tuvieron un tono parecido. Neg贸 el uso de las camionetas del ingenio para el traslado de prisioneros. Se enoj贸 cuando Pelazzo le pregunt贸 de qu茅 color son las camionetas de la empresa: "隆C贸mo voy a saber yo de qu茅 color son los veh铆culos!", dicen que dijo. "隆De eso se encargan mis empleados!" Cuando la pregunta que le hicieron fue sobre el control de la luz del pueblo, sus abogados se opusieron. Los fiscales quer铆an saber si, tal como sostiene el expediente, el lugar desde donde se opera la luz del pueblo est谩 adentro del predio. No qui茅n controla la luz ni qui茅nes eran los due帽os de la energ铆a, porque se sabe que no era el ingenio. Le preguntaron por la ubicaci贸n f铆sica de los controles, convencidos de que si el acceso est谩 en el predio, m谩s all谩 de qui茅nes eran los due帽os, pod铆an subir o bajar el interruptor. El juez Povi帽a habilit贸 la pregunta, dijo: "Responda".

Tambi茅n le preguntaron por Mart铆nez de Hoz, pero sostuvo que no lo conoc铆a. Le preguntaron por el "se帽or Harry Steinbreder Jr.", aquel hombre con el que 茅l mismo dijo haberse reunido en la carta que le escribi贸 al "Querido Joe" en 1978. Pero tambi茅n dijo que no lo conoc铆a. S铆, en cambio, admiti贸 haber conocido al brigadier Teodoro Alvarez, un hombre de relaciones p煤blicas de Ledesma que, seg煤n los testimonios de la causa, llev贸 adelante negociaciones con los delegados. Por el resto, se remiti贸 al informe que presentaron sus abogados. Seg煤n pudo saber este diario, similar al que present贸 parte de ese mismo equipo en la indagatoria de Alberto Lemos, el ex administrador del ingenio.

En ese escrito, los defensores discuten los testimonios m谩s importantes de las causas, entre ellos el de Olga Ar茅dez, aquella mujer que empez贸 con las marchas, esposa de Luis Ar茅dez, que no s贸lo fue intendente de Ledesma, sino que form贸 parte del grupo fundador de la obra social del sindicato de obreros del ingenio, la mayor铆a de los cuales est谩 desaparecido. Una parte de esos argumentos puede verse en estos d铆as pululando en los comunicados que difunde la compa帽铆a. En la presentaci贸n tambi茅n cuestionan testimonios de varios sobrevivientes. Dicen que el esp铆ritu es -seg煤n una de las fuentes- intentar demostrar que las noches de los apagones no existieron, que las camionetas eran las que a esa hora de las seis de la ma帽ana sal铆an en los recorridos habituales, que todo es parte de un mito, que el mito creci贸, que se hizo m谩s grande a partir de la difusi贸n del documental Sol de Noche, producido por Eduardo Aliverti.

Cuarenta minutos despu茅s del comienzo, la declaraci贸n termin贸. La secretaria del 谩rea de Derechos Humanos del Consejo ley贸 todo. Los abogados de Blaquier aportaron un informe para pedir la incorporaci贸n de nuevos testimonios. Lo mismo hicieron los fiscales: pidieron que se ampl铆e la prueba con el testimonio de 39 testigos que ya hab铆an sido requeridos por la querella y de otros nuevos. La secretaria termin贸 con el protocolo. Blaquier firm贸 los papeles. La transmisi贸n se cerr贸 del otro lado. El empresario del az煤car, en alg煤n momento, pregunt贸 por sus documentos. Se los hab铆a pedido s贸lo para tomarle los datos.

De ahora en m谩s, buena parte de lo que pase queda en manos del juez Povi帽a. Te贸ricamente, tiene diez d铆as para decidir si lo procesa o no, pero los tiempos pueden postergarse si acepta las nuevas pruebas.

Un tema pendiente es el pedido de detenci贸n. Seg煤n Pelazzo, otra persona en su situaci贸n despu茅s de cumplidos todos los plazos podr铆a quedar detenida. Sobre todo porque uno de los delitos que le imputan -el homicidio- no es excarcelable. Eso puede pasar, pero de momento no sucede. Los abogados de Blaquier pidieron la eximici贸n de prisi贸n para 茅l y para Lemos antes de la primera indagatoria. El juez se las otorg贸 porque el pedido fue por el fiscal Domingo Batule, el 煤nico fiscal que interven铆a hasta ese momento en la causa.

Blaquier baj贸 rapid铆simo por uno de los ascensores del edificio. Se fue. Su jefe de prensa y abogado se qued贸 con las c谩maras. Su auto sali贸 por la cochera de Viamonte. Dicen que en la salida cruz贸 el sem谩foro de esa esquina en rojo. Alrededor ya estaban los bombos. Las banderas de la Tupac. Y los familiares. Arriba, los abogados declaraban ante las c谩maras. Dec铆an que no hab铆a "camiones" en la causa. Un periodista de Canal 7 logr贸 preguntarles: 驴Entonces por qu茅 los indagan?" Abajo, la calle cant贸 el "Como a los nazis...". Una periodista le dijo a Ricardo Ar茅dez -uno de los hijos de Luis, aquel que hab铆a dicho que finalmente lleg贸 la justicia porque el poder econ贸mico se sent贸 a declarar- que los abogados de Blaquier "niegan toda la participaci贸n de la firma". "Por alguna raz贸n estamos nosotros", dijo Ricardo. "Los hijos de los desaparecidos fuimos testigos y hemos sobrevivido a tantas cosas que nos hizo la empresa Ledesma y estamos aprovechando en este momento el lugar para denunciarlo y buscar la verdad y la justicia." Las preguntas siguieron. Nora Corti帽as y Mar铆a Adela Antokoletz, de Madres de Plaza de Mayo, estaban en la calle.

WZ